Los que vivimos en una gran ciudad, como es mi caso, sabemos perfectamente el valor del contacto con la naturaleza, la tranquilidad de los pequeños pueblos, los diferentes tipos de artesanía, gastronomía y tradiciones que se siguen conservando.
Por suerte, a pocos kilómetros de las grandes ciudades siempre existen estos lugares que albergan verdaderas joyas naturales, para tener una relajante estancia haciendo turismo rural, o simplemente acercándonos a conocer esos rincones de nuestra comunidad, como por ejemplo en Madrid, la Sierra de Guadarrama, donde tenemos la ocasión de conocer el exhaustivo trabajo de las abejas, observar árboles centenarios y milenarios, descubrir la historia de la región a través de un búnquer de la guerra civil, saborear la deliciosa gastronomía local, aprender cómo hacer queso de forma artesanal y bañarse en las mejores piscinas naturales.
Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
Algunos os habréis extrañado con el título de Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, puesto que en realidad ahora mismo sólo puede presumir de ser Parque Regional, pero eso será por poco tiempo, ya que todo está preparado para que el año que viene se convierta en el primero de la Comunidad de Madrid, con más de 36.000 hectáreas.
La protección de espacios naturales siempre es una buena noticia, conservando así la increíble flora y fauna autóctona, por lo que esperamos que sepan superar todos los inconvenientes de presupuesto, así como frenar la aceleración de la construcción en la zona, a raíz del próximo nombramiento de Parque Nacional.
Desde luego, el mejor consejo que os puedo dar, es que intentéis conocer estas zonas a través de las personas que viven en ellas, que han crecido allí y que se saben esas historias transmitidas de padres a hijos que os entusiasmarán.
Nosotros así lo hicimos gracias a Nacho, Dani y Paco, los Ecohéroes de Nomaders y a la Obra Social de Caja de Madrid, que bajo las pretensiones de sensibilizar sobre el desarrollo sostenible y la conservación de los entornos naturales, nos hicieron pasar un día genial.
Apicultura: Acercamiento al increíble mundo de las abejas
En el pequeño pueblo de Gargantilla de Los Montes, tenemos la oportunidad de conocer un magnífico proyecto para evitar la desaparición de las abejas y su imprescindible trabajo de polinización que mantiene el equilibrio del ecosistema, gracias al proyecto De Amicitia.
Nacho, un abogado especializado en el medio ambiente, decidió abandonar la ciudad y establecerse en esta pequeña localidad, haciendo realidad esta iniciativa, que nos brinda la oportunidad de ver las colmenas y el trabajo de la estructurada sociedad de las abejas, así como hacer el regalo perfecto de San Valentín, a través del programa “Tú eres mi reina” o “Tú eres mi zángano favorito” en versión masculina, con el que podremos apadrinar una colmena y obtener 4 kilos de una riquísima miel.
Enfundarse en los trajes blancos fue toda una experiencia, pudiendo apreciar las reinas y el trabajo que se lleva a cabo en las colmenas, y entendiendo la diferencia en la producción de productos tan saludables como el propóleo o la jalea real.
Braojos: bunquer de la Guerra Civil y árboles centenarios
Daniel Sánchez, enseña lo mejor de la Sierra de Madrid organizando rutas de senderismo y bicicleta en Braojos Rural, y nos explicó un poco de la historia de Braojos, a través de su iglesia, dedicada a San Vicente Mártir, y el búnquer de la Guerra Civil, que está situado en las inmediaciones del pueblo.
Además, nos mostró todo un monumento natural, un arce de Montpellier de más de 200 años, protegido con una valla de piedra para que todos podamos seguir admirándolo durante mucho más tiempo.
Si sois aficionados a la fotografía nocturna, también os acompañará ayudando a que encontréis el mejor recuerdo para vuestro álbum.
El Sestil del Maillo y sus árboles milenarios
Por último, pero no por ello menos interesante, Paco Cantó nos guio en un encantador paseo a orillas del arroyo del Sestil del Maillo, en el Puerto de Canencia, descubriendo tejos milenarios, andando sobre un camino medieval, curioseando como un roble y un pino funden sus troncos en un beso eterno, o como la vida se abre camino viendo resurgir un árbol sobre su propio tronco muerto y hueco.
Os aseguro que Paco, un gran viajero y conocedor de la montaña, os hará sentir la naturaleza y aprender de la forma más didáctica de las curiosidades de este entorno.
¿A dónde comer en la Sierra de Guadarrama?
En los pueblos de la sierra encontraréis multitud de restaurantes de gran calidad donde degustar los platos típicos de la zona, pero estas son algunas de nuestras recomendaciones:
Restaurante El Anzuelo
El Restaurante El Anzuelo es un lugar encantador en pleno valle de Lozoya, con un porche y un jardín donde disfrutar de una excelente comida, siendo especialistas en preparar carne de ganado de la zona, asadas al horno de leña. Su situación es incomparable, su comida exquisita y el servicio rápido y muy amable.
Bar el Paleto (Pinilla de Buitrago)
Para tomar un refresco y picar algo, lo mejor es ir a la Taberna el Paleto, en Pinilla de Buitrago, donde Pedro os recibirá con una amplia sonrisa, y os dará la vida con un refresco y unos pinchos morunos que nos supieron de lujo.
No dejéis pasar la oportunidad que os brinda Nomaders para conocer en profundidad, y a través de las personas más comprometidas con el medio ambiente los rincones más curiosos de nuestro país, os garantizo que repetiréis, en especial, si pasáis acompañados de unos animados compañeros de viaje, como fueron en mi caso, Bárbara, con el blog de viajes Babilonia Diez, Abilio que nos enseña lo mejor del turismo rural y el medio ambiente en El Lío de Abi, y la mejor representación de la plataforma Nomaders, Egoitz y Mario.
Me encanta este blog, lo recomiendo a todo aquel que le guste este tipo de blog de viajes.