Un año más, como cada primer fin de semana de Septiembre, se ha celebrado en Ávila el Mercado Medieval, el cual nos traslada a otra época con todo lujo de detalles: artesanía, música, actuaciones, espectáculos y mucho más.
En primer lugar, he de decir que lo que más me gusta es el ambiente que se respira. Cuando uno llega a la ciudad en esos días, parece haber hecho un viaje al pasado, ya que sus calles están llenas de frailes, arqueros, campesinos, nobles y todo tipo de personajes de la Edad Media. Por ello y antes de nada, agradecer a todos los abulenses su activa participación durante estas jornadas, que hacen pasar al visitante un fin de semana de lo más divertido.
La decoración de la ciudad le da una atmósfera espectacular, con banderas y gallardetes colgando de la muralla y de sus entradas, así como los espacios habilitados para la ocasión, que en esta IX Edición de las Jornadas Medievales, han tratado de recrear las tres culturas que se asentaron en la ciudad, cristianos, judíos y musulmanes, a través de un zoco árabe, un poblado medieval, un campamento militar de la época y un barrio judío, coincidiendo con la adhesión de la ciudad a la Red de Juderías Española.
Los más pequeños se lo pasan fenomenal, habiendo preparado para ellos un espacio lúdico en el Arco del Carmen, con una escuela de caballería, prácticas de tiro con arco a cargo de la Asociación de Arqueros Abulenses, lucha con espadas y hasta un tiovivo movido por un torno.
También hemos podido vivir en primera persona un asalto a la muralla, llevada a cabo por la Asociación de Recreación Histórica “Battle Honours”.
Por lo que a la animación se refiere, más de cincuenta personas se han encargado de hacernos bailar y saltar, con espectáculos, pasacalles y actuaciones en directo, como la del grupo Jabardesus, que podemos ver y escuchar en el vídeo, o el Trovador Crispín Dolot, que con su compañía de teatro representó la vida de importantes personajes abulenses como Mosé de León o Álvaro de Luna. Además, ha habido exhibiciones de cetrería, espectáculos de luz y sonido, de magia, de fuego e incluso conciertos en las instalaciones del Episcopio, en donde también se podía visitar una exposición de armas medievales.
De cualquier forma, la prioridad de la Organización del Mercado Medieval de Ávila, son los puestos de artesanos, habiendo participado este año entre 120 y 150 puestos, en los que no sólo se podía comprar sino también ver la elaboración de multitud de productos: pan, quesos, jabones, ropa, etc.
Durante el año 2.008, más de 50.000 personas acudieron al Mercado Medieval, cifra que todavía no sabemos si ha sido superada en este año, pero como bien dice el concejal de Turismo del Ayuntamiento, Javier Melgosa, es preferible “la calidad a la cantidad”.
Sin duda, recomiendo visitar Ávila durante estas fechas, ya que el casco antiguo de la ciudad, lo hace un acontecimiento muy especial. ¡No os lo perdáis!
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